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dimarts, 23 d’agost del 2016

DIA 11: Refugiadas, 68 años después


Hoy ha sido un día bastante intenso en cuanto a reuniones, pero como siempre muy interesante. En primer lugar hemos ido a Badil Center, una organización palestina creada en el 98 que trabaja el tema de las refugiadas, haciendo todo tipo de estudios sobre su situación y haciendo difusión.
Cabe destacar que dos tercios de la población palestina a nivel mundial son refugiadas. La raíz del problema es el sionismo, una ideología que surgió entre las élites judías a finales del S.XIX cuyo principal objetivo es la creación de un Estado judío sobre una tierra propia. A principios del S.XX Palestina se encontraba bajo mandato británico, un mandato que comenzó a negociar con los poderes sionistas la cesión de parte de Palestina para este Estado. En 1917 el general británico Balfour da el visto bueno para desarrollar esta idea en Palestina, lo que provoca el comienzo de oleadas de inmigración que no cesarían el las décadas posteriores. En 1947 le aprueba el Plan de Partición de Palestina en dos Estados, el 53% del territorio sería para el judío y el 47% para el árabe, en 1948 estalla la Nakba y 750.000 palestinos son forzados a abandonar sus casas y tierras (el 85% de la población que vivía en la parte que se concedió a los judíos). La Nakba es un proceso que continua porque hasta día de hoy Israel sigue con su limpieza étnica y las millones de refugiadas siguen sin poder volver a sus casas.
Los palestinos son el grupo de refugiados más grande del mundo, y su situación es la que lleva mayor tiempo sin resolverse. En 2014 eran 7,98 millones de personas desplazadas de sus tierras, de las cuales 6,14 millones tienen estatus de refugiadas y están dispersas por todo el mundo. La cuestión de las refugiadas es uno de los pilares principales para entender la ocupación y sus dramáticas consecuencias. Es un tema que se dejó de lado en los Acuerdos de Oslo de 1993.

Aida Camp 

En definitiva, los planes de Israel son limpiar todo el territorio de vida palestina. Para ello utiliza 9 políticas:
- Denegación de la residencia: a cada territorio se aplica un tipo de identificación con diferentes restricciones sólo para los palestinos (Gaza, Cisjordania, Jerusalem, territorios ocupados del 48-"Israel" y refugiadas).
- Régimen de permisos: existen más de 100 tipos de permisos que regulan la movilidad; entre ellos permisos laborales, por funerales, médicos, etc. Por ejemplo, si un palestino de Hebrón necesita una asistencia médica urgente que solo esté en Jerusalem, la ambulancia tiene que ponerse en contacto con el hospital de Jerusalem, este con la Cruz Roja, esta con el ejército israelí, que avisa a los soldados del checkpoint para que dejen pasar al palestino...
- Urbanismo discriminatorio: muro, ghettos, limitación de espacio en zonas A.
- Expropiación de tierras.
- Racismo institucionalizado: leyes militares para palestinas y leyes civiles para judíos. Lo que hace que un mismo acto tenga consecuencias distintas.
- Denegación de recursos naturales y servicios: restricción de agua, cortes de electricidad, de servicios educativos, sanidad, etc.
- Supresión de la resistencia: según el derecho internacional un pueblo ocupado tiene derecho a resistir de cualquier forma a la fuerza ocupante. Este último, también tiene derecho a responder, pero siempre de forma proporcional (hace dos días desde Gaza se lanzaron dos cohetes e Israel 'respondió' bombardeando toda la franja).
- Denegación del retorno a las refugiadas: desde 1948 ninguno de los refugiados palestinos han podido regresar a sus casas, aunque el 90% de las refugiadas viven a menos 100km de sus comunidades de origen.
- Apoyo a los agentes no estatales: el ejército permite que los colonos prácticamente sean impunes. Además, existen dos organismos judíos que intervienen en que la ocupación sea más agresiva: la OSM (Organización Sionista Mundial) y el FNJ (Fondo Nacional Judío).


La lucha de las mujeres

Hemos visitado TAM Center (Women Media Development), una organización creada en 2003/2004 que trabaja para dar voz a esos colectivos más oprimidos buscando la igualdad social en un sentido amplio. Especialmente trabajan en el empoderamiento de las mujeres. Actualmente tienen en marcha 5 proyectos financiados en su mayoría por ayudas internacionales. En concreto nos han hablado sobre "Generating incomes and creating new democracy". En este proyecto participan unas 120 mujeres que son formadas para crear y liderar negocios propios, que a parte de darles independencia económica faciliten su reconocimiento dentro de sus comunidades. Trabajan especialmente en zona C, como es el Valle del Jordán.


Al Walaja

Hemos visitado una comunidad palestina que está siendo rodeada por el muro. El pueblo originalmente se encontraba a unos metros del actual, pero fue destruido en 1948. Posteriormente el pueblo se trasladó al otro lado de la montaña. Desde 1967 hasta 1995 el nuevo pueblo sufrió otros golpes como que el 40% de sus tierras fueran anexionadas a Jerusalem. Gran parte de la población de Al Walaja dejó de tener acceso a las tierras de su propiedad. Desde 1967 hasta 2016 se han ejecutado 158 demoliciones y aún quedan 80 órdenes pendientes, entre ellas un colegio que sus habitantes construyeron y que está gestionado por Naciones Unidas.
Al Walaja 

El pueblo, rodeado por tres asentamientos y 7km de muro que acabarán rodeándolo por completo, quedando aislado y comunicado tan sólo por un chekpoint controlado por Israel.

Campo de refugiadas de Aida

Se trata de un campo que fue creado en 1950 por la UNRWA, agencia de la ONU creada específicamente para atender a las refugiadas palestinas. Durante los 5 primeros años la gente vivía en tiendas, pero como es lógico, 66 años después la imagen del campo es completamente distinta, a pesar de que en cuanto a superficie el campo no ha crecido. En cambio su población ha aumentado hasta 5.300 personas, 3.000 de ellas son niños y niñas. Se encuentra en zona B, y la construcción del muro en 2002 acabó por limitar su movilidad más aún, separándoles de las tierras adyacentes.

Justo al lado se encuentra una base militar que hace incursiones diariamente, entrando por la noche para hacer registros, deteniendo a cualquiera, gaseando las calles y utilizando todo tipo de armas para reprimir a sus habitantes. Nos han explicado cómo los soldados han asesinado en varias ocasiones a niños sin tener ningún motivo, y cómo han tenido que blindar la escuela de la UNRWA para proteger a los menores de las balas cuyos agujeros podemos ver en su puerta. Una de las cosas que más nos ha impactado es saber que el ejército utiliza los campos como zonas de entrenamiento, porque '¿para qué hacer una réplica de una ciudad para entrenar cuando puedes probar estrategias con población real?'.

Aida Camp mártires

Las restricciones de agua son constantes, y han llegado a estar hasta un mes sin agua. También sufren cortes de luz, unas 2-3 horas, llegando a estar 3 días sin luz. Aún así mantienen la esperanza de que el campo es algo temporal que finalizará cuando regresen a sus pueblos, 27 comunidades.


Escoltas Palestinos

Por último nos hemos encontrado con un grupo Scout de Beit Sahour, un distrito de Bethlehem. En total hay más de 100 grupos en toda Palestina siendo algunos musulmanes, católicos y ortodoxos. Este grupo que hemos visitado era de la Iglesia Luterana pero acogían todo tipo de religiones ya que todas comparten los mismos valores independientemente de sus religiones. Este grupo suma más de 200 componentes formando parte de la organización juvenil más grande de toda Palestina. Tienen representación en el gobierno.
Durante la segunda Intifada tuvieron que pausar su actividad ya que era peligro y reabrieron en el 2009 con nuevos monitores. Sus actividades semanales con los niños y niñas se ven afectadas por la colonización ya que no pueden moverse libremente por la zona. En el 2014, durante unos campamentos en la montaña fueron afectados por gas lacrimógeno. No se consideran una organización política pero su realidad no les permite dejar de lado la resistencia; enseñar a los niños y niñas a leer las etiquetas de los productos israelís para hacer boicot. Para ellos el poder ofrecer un espacio lúdico también és una forma de resistencia.

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